A medida que el precio del agua se dispara en California, esta ciudad pagó $1.1 millones para mantener los grifos abiertos hasta marzo

Aug 19, 2023

Millas de almendros quebradizos y arrancados de raíz yacían muertos sobre sus costados en tierras de cultivo resecas en Coalinga, California, mientras una sequía cada vez más intensa, nuevas restricciones y el aumento vertiginoso de los precios del agua están obligando a los agricultores a sacrificar sus cultivos. Los letreros al borde de la carretera advierten contra el riego de los jardines delanteros mientras los residentes se preparan para facturas de agua más altas a medida que desaparece el preciado recurso.

Así luce una ciudad al borde de quedarse sin agua.

“No podemos continuar con esto. No es sostenible para nuestra comunidad”, dijo a CNN el concejal de la ciudad de Coalinga, Adam Adkisson.

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Coalinga generalmente obtiene su agua a través de un acueducto que se extiende desde el embalse de San Luis, a unas 70 millas al noroeste de la ciudad. Pero a medida que la megasequía del oeste lleva los niveles de los embalses a nuevos y precarios mínimos, la Oficina de Reclamación de EE. UU. redujo este año la cantidad de agua que Coalinga podría tomar del embalse en un 80 %, dijeron funcionarios de la ciudad a CNN.

La restricción dejó a Coalinga con unos 600 acres pies de agua hasta marzo de 2023, que son casi 200 millones de galones y el equivalente a unas 300 piscinas olímpicas.

Con la ciudad en camino de quedarse sin agua a mediados o fines de noviembre, los funcionarios recurrieron al mercado abierto cada vez más costoso para compensar la diferencia. Finalizaron una compra de un distrito de riego público de California la semana pasada.

El precio de la ciudad para la necesidad más básica de la vida fue de aproximadamente $ 1,1 millones de dólares. Adkisson le dice a CNN que la misma cantidad de agua solía costar $114,000.

El índice de agua Nasdaq Veles California, que rastrea las transacciones de agua en el estado, mostró que el precio ha pasado de alrededor de $200 en 2019 a más de $1,000 en la actualidad por la cantidad de agua que se necesitaría para llenar la mitad de una piscina olímpica.

"Me quedé anonadado", dijo Adkisson sobre su compra de agua. "No podía creer que pudieran vender agua a ese precio, pero en realidad era una tarifa barata, esa es la tarifa más barata que encontramos".

La mayor preocupación es para los residentes de Coalinga. Es el agua que usan los residentes para las actividades básicas de la vida; para bañarse, cocinar y limpiar. La ciudad anunció el lunes que el estado aprobó una solicitud de subvención para ayudar a compensar su factura de agua de un millón de dólares, lo que probablemente aliviará los costos de los residentes.

"Somos una comunidad muy pobre", dijo Adkisson. "Estas personas que se ven pasar caminando, conduciendo, no pueden permitirse un aumento del 1000 % en sus facturas de agua".

Esta es la primera vez que Coalinga ha tenido que comprar agua en el mercado abierto. Pero a medida que la crisis climática intensifica la sequía en Occidente y los inviernos lluviosos se vuelven escasos y esporádicos, los líderes locales temen que se dirijan a un futuro financieramente insostenible, donde el agua se puede vender al mejor postor.

"Claro, hay oferta y demanda", dijo Adkisson. "Pero para las necesidades básicas de los humanos necesitamos que el agua esté a un precio asequible".

Los elevados precios del agua de California también están presionando a los agricultores de Coalinga. Muchos están dejando tierras de cultivo en barbecho para ahorrar agua, que se ha vuelto inasequible.

Los agricultores Deedee y Tom Gruber le dijeron a CNN que sus asignaciones de agua se han reducido a cantidades insuficientes para cultivar sus 11 cultivos, que incluyen nueces y almendras sedientas. Los Gruber estiman que el agua necesaria para cultivar solo uno de sus cultivos la próxima temporada, las nueces, les costaría $40,000.

“El agua nos costaría más de lo que obtendremos por nuestras nueces”, dijo Deedee Gruber a CNN.

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Los agricultores de California dicen que la escasez de agua, el endurecimiento de las restricciones de agua y el aumento vertiginoso de los precios del agua están imposibilitando que los agricultores cultiven. Los Gruber creen que culminará de dos maneras: granjeros en bancarrota y precios más altos de los alimentos en las tiendas de comestibles de la nación.

Desde las protestas en el capitolio del estado de California esta semana hasta una sala llena de agricultores preocupados, la senadora estatal de California Melissa Hurtado, una demócrata que representa parte del sur del Valle Central de California, ha estado escuchando las historias de los agricultores sobre cómo la sequía y los altos precios del agua han les afectó.

En una carta de agosto, Hurtado y un grupo bipartidista de legisladores de California instaron al Departamento de Justicia de EE. UU. a investigar la "lucrosidad potencial de la sequía". Hurtado sospecha que podría haber un aumento de precios en los estados occidentales afectados por la sequía.

En una respuesta por correo electrónico a la carta de Hurtado, el Departamento de Justicia dijo en octubre que la denuncia fue "reenviada al personal legal apropiado para una revisión adicional". La agencia se negó a comentar con CNN sobre qué acciones de investigación podría tomar, si es que tomara alguna.

“La gente está ganando dinero con la menor disponibilidad de agua”, dijo Hurtado a CNN. “Y eso está perjudicando a personas reales: agricultores reales y comunidades reales”.